Sólo el 19% del acero importado a la UE es chino. ¿Quién cierra las acerías?

Para 267 familias en Zumárraga, la vida ha cambiado por completo. La dirección de la multinacional ArcelorMittal plantea que se trasladen a trabajar en Asturias. Otros 50 trabajadores no conocen su futuro y 24 relevistas de trabajadores pendientes de jubilación previsiblemente también acabarán en Asturias. En la ACB de Sestao, tras meses de incertidumbre y tras ser sometidos a un asfixiante chantaje patronal, la plantilla ha optado por firmar un acuerdo con grandes sacrificios

El presidente del comité de empresa en Zumárraga, Leo Bote, reconoce que si la empresa piensa y actúa a nivel global, los trabajadores deben hacer lo mismo: “Entendemos que la manera de actuar de la multinacional, que en estos momentos afecta a Sestao, que está en paro indefinido, y a Zumárraga con un cese parcial de la actividad, viene siendo la misma en todas las plantas del grupo y hay que establecer una unidad de acción común para hacer frente a estas decisiones”.

La UE importa el 24% del acero que consume ¿Hay que cerrar acerías?

China, que hasta 2005 era un país importador neto de acero, estableció sus propias empresas estatales de acero, con ayuda de una banca pública que hace préstamos blandos, a bajo interés y con plazos de devolución largos, que priman el desarrollo de la base industrial del país frente a los beneficios obtenidos por los intereses. Hoy, 10 años después, produce el 45% del acero que se elabora a nivel mundial.

Sin embargo, la crisis desencadenada en EEUU y Europa, ha pasado factura al gigante chino, que intenta hacer frente a una creciente sobreproducción de acero en el país. Aunque según el ministerio de Industria chino: “entre 85 y 95 % del acero producido en China ha sido para el consumo doméstico”, el país intenta hacer frente a la sobreproducción: ha recortado la producción en 90 millones de toneladas acero al año, y planea reducir otras 100 y 150 millones de toneladas en los próximos cinco años.

En contraste, Europa es una región básicamente importadora de acero. La UE importa el 24% del acero que consume: 32 millones de toneladas al año. De esos 32 millones de toneladas, apenas un 19% proviene de China. A pesar de la alarma sobre el peligro asiático lanzada por la patronal, sólo 1/5 parte del acero importado proviene de china.

El problema del acero europeo, están en otro sitio. Por un lado, en la UE no existe un proyecto autónomo de desarrollo: no hay una estrategia industrial controlada democráticamente por la sociedad, que permita tener soberanía en un sector estratégico como es el acero. Todo depende del margen de beneficios que puedan obtener los accionistas de Arcelor. Y las decisiones sobre el sector se toman en un órgano puramente antidemocrático: la junta de accionistas.

Por otro lado, la respuesta de la UE a la crisis, las políticas de austeridad, profundiza la crisis. Las reformas laborales que deshacen los convenios, facilitan los despidos y bajan los salarios, se suman al despido de cientos de miles de trabajadores del sector privado y al recorte de empleo en el sector público. Aunque algunas empresas exportadoras logren aumentar sus beneficios en este contexto, gracias a un menor coste salarial, están cavando su propia tumba: la capacidad de consumo de los trabajadores está por los suelos.

Evidentemente el asunto del acero chino va más allá de los aranceles. Si la UE importa el 24% del acero que consume, no se puede poner aranceles a todos los países. Con más razón si tenemos en cuenta que China es un país al que va dirigida una gran cantidad de las exportaciones europeas. La solución más inmediata pasa por negociaciones bilaterales con el país. Pero eso sólo resolverá una parte del asunto: los accionistas de Arcelor seguirán marcando el ritmo del cierre de fábricas y los recortes de empleo y condiciones laborales en las plantas del continente.

Las eléctricas: 20 millones de € de beneficio…¡al día!

El 11% de la factura de la fábrica de Zumárraga proviene de la luz. En España tres grandes compañías eléctricas acaparan el grueso del mercado: Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa. Desde 2008 hasta 2014, estas empresa obtuvieron 56.624 millones de euros. Es el equivalente a 20 millones de € de beneficio al día.

En nuestro país, el precio de la energía para los consumidores industriales es más caro que la media europea.  De los 28 países de la UE, España es el 11º con el precio más alto, a pesar de una bajísima tasa impositiva. Alemania, aún con una tarifa mayor, tiene casi un 40% de tasa impositiva e IVA sobre el precio.

De manera que si se persigue una política industrial de futuro, la laxitud con la que se trata a las eléctricas debe cambiar. Tras su privatización el estado ha perdido el control sobre la tarifa eléctrica. Sin embargo, se puede exigir que reduzcan beneficios recortando la tarifa o imponiendo multas, como por ejemplo los 3.000 millones de Euros que Miguel Sebastian, el entonces ministro de energía del PSOE les perdonó en 2008.

Hasta tal punto el asunto eléctrico se entremezcla en la industria, que el reciente acuerdo logrado en la ACB de Sestao opta por abrir el centro principalmente los fines de semana, cuando el precio de la luz es más barato, periodo en el que los trabajadores harán turnos de hasta 12 horas, según denuncian algunos sindicatos.

Cuando Alemania, en 2001, nacionaliza una acería en cierre

Desde el año 2008 los cierres patronales en empresas con beneficios son el pan nuestro de cada día. Los accionistas existen rentabilidades del 10-12% sobre el capital, y el volumen de negocios tolerable en “tiempos de paz”, no lo es tanto cuando la competencia aprieta. Quienes pagan el pato son los de siempre: los trabajadores.

La versión oficial ante un cierre es siempre la misma: No hay alternativa. El famoso mantra que permite que, de la noche a la mañana, el estado desembolse miles de millones de euros en rescates a los banqueros, pero que impide que se haga frente con firmeza a las decisiones de las multinacionales.

Y sin embargo los trabajadores cuentan con una inmensa fuerza: sin ellos no se produce. Y tienen en su arsenal una gran cantidad de medidas que se podrían exigir en caso de cierre:

  1. Auditoría sobre la utilización de las ayudas públicas directas o indirectas, si no han ido paralelas con la creación o mantenimiento del empleo.
  2. La devolución de las ayudas públicas si no se crea o se mantiene el empleo. Entre 2008 y 2012 España regaló en cuotas de CO2 el equivalente a 112 millones de euros.
  3. Elaborar un plan para la expropiación de las instalaciones. Las potenciales ventajas son múltiples:
    • Las empresas estatales no tienen necesidad de dar tantos beneficios como las privadas. La incertidumbre a la que el mercado somete a las familias de los trabajadores es máxima si los accionistas exigen ganar un 12% sobre las inversiones. La empresa estatal puede conformarse con un 2 o 3% de rentabilidad.
    • Las empresas estatales pueden reinvertir los beneficios en modernizar las instalaciones. El mantenimiento de la producción no es un criterio de rentabilidad en una empresa privada, que puede cerrarlo si es más rentable invertir en bolsa, recomprar sus acciones o deslocalizar. Sin embargo, sí es un motor básico de una empresa estatal.
    • 355px-Locator_map_Saarland_in_Germany.svg
      Región del Sarre, en el sudoeste de Alemania

      Alemania nacionaliza una planta de Arcelor en 2001. En pleno corazón de la ortodoxia liberal, en Alemania, la región del Sarre puso en marcha en 2001, gracias a la presión sindical, un holding. Esto hizo posible mantener la siderurgia en la región, desplazando a Arcelor del 70% al 30% del accionariado. Desde entonces ésta tiene mejor salud al reinvertirse más que nunca en las instalaciones.

    • Hay posibilidades legales: Incluso en la muy liberal UE existen posibilidades de defender la nacionalización si existe suficiente fuerza en la calle. Según el Tribunal Europeo de Derechos Humanos “es normal que un legislador disponga de una gran laxitud para llevar a cabo una política económica y social, la corte respeta la manera en la que éste concibe los imperativos de “utilidad publica”, salvo si su razonamiento se revela manifiestamente desprovisto de base razonable.” Por otro lado la Constitución Española reconoce que[1]:
      1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.
      2. Se reconoce la iniciativa pública en la actividad económica. Mediante Ley se podrá reservar al sector público recursos o servicios esenciales, especialmente en caso de monopolio y asimismo acordar la intervención de empresas cuando así lo exigiere el interés general.

Mantener el empleo es luchar contra la crisis. La caída de los salarios y el desempleo es la fuente de la degradación de las cuentas públicas. El cierre de una empresa estratégica no es una alternativa en una situación de crisis. Nacionalizar la empresa en caso de cierre es luchar por los empleos, y también contra la crisis.

 

Autor: Alejo M.

Junio 2016

Fuentes:


  1. http://www.bloomberg.com/news/articles/2016-05-08/steel-exports-from-china-drop-after-rally-in-local-price-demand
  2. http://www.bloomberg.com/news/articles/2016-05-26/china-steel-glut-tops-g-7-chatter-as-leaders-meet-in-japan
  3. http://www.globaltimes.cn/content/985610.shtml
  4. https://www.worldsteel.org/dms/internetDocumentList/bookshop/2015/World-Steel-in-Figures-2015/document/World%20Steel%20in%20Figures%202015.pdf
  5. http://www.publico.es/economia/tres-grandes-electricas-han-ganado.html
  6. http://ec.europa.eu/eurostat/statistics-explained/index.php/Energy_price_statistics
  7. https://www.gov.uk/government/statistical-data-sets/international-industrial-energy-prices