¿Qué podemos esperar de China en los próximos años?

Autor: Marc Vandepitte 

Original: www.michelcollon.info

La quinta generación está lista

Cada 10 años, China conoce un profundo cambio en sus instancias dirigentes, cambios que se llevarán a cabo esta vez en el 18 Congreso del Partido Comunista. Se trata de elegir simultáneamente al Comité central (370 miembros), el Buró político (25 miembros), el Comité permanente y este mismo Buró (7 o 9 miembros), y bien entendido el nuevo Presidente así como su Primer ministro. Este congreso marcará así la entrada en liza de la “quinta generación” de dirigentes.

La primera generación fue la liderada por Mao Tse-tung 1949 a 1976. Líder de la revolución y el fundador de la China moderna, Mao impulsa de nuevo a paías al escenario mundial. Le seguiría un período tumultuoso (el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural), que terminó con la llegada al poder de Deng Xiaoping. Éste dirigiría el país desde 1978 hasta 1992 y aprovecharía la oportunidad para poner en marcha importantes reformas económicas, mientras que aumentaba los vínculos con el mundo exterior. Su sucesor, Jiang Zemin, simbolizaba la tercera generación, un periodo especialmente marcado por una profundización de las reformas económicas. Finalmente, en 2002, llegaría el de tomar las riendas del país turno del actual presidente Hu Jintao y el primer ministro Wen Jiabao. De este último gobierno de cuarta generación, podemos observar que, básicamente, trabajó para una "sociedad armoniosa". Los respectivos sucesores del presidente Hu Jintao y del primer ministro Wen ya se conocen: se llaman Xi Jinping y Li Keqiang.

El Congreso elegirá un nuevo equipo de gestión diaria, es decir, el Comité Permanente del Buró Político, un organismo similar a la del Consejo de Ministros. Lo más interesante es la orientación elegida para los próximos diez años. Sin embargo, para saber algo, hubo que esperar al informe de Hu[i], porque al igual que en las conferencias anteriores, no se filtró por adelantado (o casi nada). ¡Y el informe llegó! Resultado de una larga consulta[ii] en la que participaron más de 4.000 miembros del partido, traza la ruta que tomará el nuevo equipo.

 

Los diez últimos años

El equipo saliente tiene motivos para estar satisfecho con su política. De hecho, los últimos diez años se caracterizaron por un crecimiento económico extraordinario, unido a un fuerte aumento en el nivel de bienestar, la estabilidad política y el fortalecimiento de la posición de China en el tablero de ajedrez global. Cuando el actual presidente Hu se instala en el país era tan sólo la sexta economía mundial, ahora ocupa el segundo lugar y se ha convertido en el mayor exportador del mundo. En este período también se vivió la creación de cientos de millones de puestos de trabajo, el aumento del 10,7 %[iii] de la tasa de crecimiento anual promedio y el PNB per cápita se quintuplicó (pasando de 1.000 a 5.400 dólares). Los ingresos disponibles per cápita, por su parte, subieron un 8,1% por año en las zonas rurales y el 9,2% en las zonas urbanas. Resultados con los que la mayor parte del mundo tan sólo pueden soñar.

El número de personas que viven por debajo del umbral de pobreza (con menos de 1,25 dólares/día) disminuyó en 190 millones, pasando del 28% al 13% de la población.[iv] China cuenta con el mayor crecimiento del Índice de Desarrollo Humano de todo el este de Asia (el Índice de Desarrollo Humano, IDH, para abreviar, es un medidor importante de las Naciones Unidas para evaluar la nivel de desarrollo social de un país).[v]

Sin embargo, la brecha entre el ingreso promedio per cápita de la ciudad y el campo se ha ampliado: un habitante en la ciudad gana tres veces más que su homólogo del campo. Pero, en los últimos dos años, la economía rural ha crecido más rápidamente que la de ciudad, ¡ Algo inédito en las últimas décadas!. Desde 2006, las autoridades han invertido hasta 6.000 millones de yuanes (750.000 millones de euros) en el desarrollo rural, es decir, casi tanto como el paquete de estímulo lanzado por el gobierno de Obama después de la crisis financiera de 2008. El 95% de los pueblos chinos ya cuentan con caminos pavimentados, líneas telefónicas, y suministros de electricidad, agua y gas. A modo de comparación, sólo el 50% de los pueblos de la India pueden decir lo mismo. En 2003, sólo el 3% de la población rural estaba suscrito a un seguro de salud, frente al 97,5 % en la actualidad.[vi] Ahora, incluso los denominados emigrantes internos en las zonas urbanas pueden disfrutar de ellos.[vii]

Estos "emigrantes internos" son trabajadores temporeros que forman una enorme categoría de unos 170 millones de personas,[viii] bastante más que la población activa de los Estados Unidos. Este grupo se compone principalmente de personas de las zonas rurales que acuden a probar suerte en la ciudad durante un año. Muchos se mantienen varios años, para tratar de establecerse definitivamente en la ciudad. Sin embargo, parece que la mejora del nivel de vida en el campo les anima hoy a regresar a su pueblo natal, frenando al mismo tiempo la urbanización galopante.

Los chinos parecen globalmente satisfechos con su condición. El 83% está satisfecho con la situación económica del país, un resultado sin igual en el mundo. De hecho, le sigue Alemania con un 73%, por delante de Brasil con el 65%.[ix] En la Unión Europea, sin embargo, sólo el 16% de la población está satisfecha. Naturalmente, cuando se analiza el sentimiento de satisfacción de la situación económica individual, se obtiene un resultado evidentemente más débil. Hay que tener en cuenta que el PIB per cápita de China es casi nueve veces menor que el de un país como Bélgica, y que el nivel de vida en el Oeste del país es equivalente al de Egipto. Esto no impide que el 69 % de los encuestados se estimen satisfechos con su situación económica personal. Sólo Brasil (75%) y Alemania (74%) parecen más felices. Además, los chinos miran hacia el futuro con optimismo: el 84% cree que la situación va a mejorar, y el 57 % cree que sus hijos tendrán una vida más fácil que sus padres. A título indicativo, ¡sólo el 9 por ciento de los europeos lo creen!

Sin embargo, no todo es color de rosa en el mejor de los mundos... Ciertamente, la economía está creciendo rápidamente, pero depende demasiado de la inversión y las exportaciones, y no lo suficiente en el consumo interno. A esto se añade el envejecimiento de la población, lo que agrava el problema, y ​​la brecha entre ricos y pobres. Incluso si tiende a reducir ligeramente, sigue siendo increíblemente profundo, hasta el punto que aparecen tensiones sociales (en los últimos años se observa un incremento exponencial en el número de conflictos en el lugar de trabajo). Además, la legitimidad del Partido Comunista depende esencialmente de un progreso material importante y no en ideas políticas o ideológicas, una filosofía demasiado frágil que puede ser especialmente peligrosa si falla el motor económico. [Wright, 177]

La corrupción generalizada socava el Partido hasta en las más altas esferas del Estado. La toma de decisiones políticas es demasiado opaca, no del todo participativa y solamente es representativa al nivel más bajo (de pueblo o barrio). Teniendo en cuenta el aumento significativo en el nivel de vida y de desarrollo general, cabe preguntarse si el chino continuará soportando esta situación durante mucho tiempo. En el plano ecológico, China se enfrenta a retos importantes, ya que aunque la política gubernamental se ha vuelto bastante ambiciosa en este campo[x] en los últimos tiempos, no se puede ocultar que el índice de contaminación del aire y el agua alcanza niveles sin precedentes a nivel mundial, llegando a suponer del 7 al 10% del PIB chino según algunas estimaciones.[xi] Para colmo de males, las relaciones con los países de la región se deterioran un poco más cada año hasta el punto de que China se desliza lenta pero seguramente hacia el embudo (Militar) de EE.UU.[xii] ¿Nos dirigimos hacia una nueva guerra fría?

 

Las grandes ejes de los próximos años

La situación precedente determina el contexto del informe de Hu y sin él pierde su significado. Como  de – mala – costumbre, Occidente no podía dejar de enviar una lista de quejas: los chinos deberían seguir liberalizando su economía, deberían fortalecer su mercado interno (es decir, las oportunidades de mercado de Occidente) , deberían reducir la influencia del partido en la sociedad, permitir libertad de prensa (léase de la prensa "comercial y/o pro-occidental"), ser más transparentes en términos de desarrollo militar... Un catálogo de reivindicaciones más bien alineadas con los intereses de Occidente más que con las actuales preocupaciones reales chinos. Y, como viene siendo habitual, en esta ocasión los chinos tampoco las tuvieron en cuenta y seguirán su propio camino.

El resto de este artículo está dedicado a realizar un resumen del informe presentado por el presidente Hu.

1. Economía.

Hace falta instaurar otro modelo de crecimiento que se base más en la demanda interna (consumo) que en las inversiones y las exportaciones. Esto efectivamente significa que el poder adquisitivo (salario y subvenciones) debe aumentar más rápidamente que el crecimiento, en contraste con la política seguida durante la última década que había provocado una caída en el poder adquisitivo del 11%.[xiii] Además, trata de reafirmar la prioridad otorgada a las áreas rurales, incluyendo la mejora de las infraestructuras y de la mecanización de la agricultura, siguiendo el ejemplo del anterior gobierno. Por último, se deben promover convenios colectivos de trabajo[xiv] y proteger mejor a las rentas del trabajo, siguiendo el espíritu de la legislación adoptada en 2008. Esta última condición es necesaria para transformar el modelo actual de crecimiento en favor del consumo.

Si esta serie de objetivos parecen ambiciosa, cabe preguntarse si se van a llevar a la práctica, debido a que las propuestas de un modelo alternativo de crecimiento datan ya de 1995. También habrá que medir la influencia - más pronunciada en los últimos años[xv] - del gobierno sobre la economía y saber cómo evolucionará la relación entre ambas, un punto sobre el que el informe de Hu no se expresa.

2. Bienestar

El nivel de vida debe seguir aumentando. Tanto en el campo como en la ciudad, el PNB por habitante debe doblarse de aquí a 2020,[xvi] un objetivo realizable si consideramos un crecimiento previsible del 7% (con una inflación del 2%). El informe insiste también en la necesidad de proseguir con la ampliación de la seguridad social,[xvii] mejorando especialmente el sistema de pensiones, aún imperfecto. Se pondrá el acento en la educación, con una atención particular a la enseñanza materna, primaria y técnica. Habiendo realizado rápidos progresos en materia de desarrollo social (HDI) en el periodo precedente, podemos prensar razonablemente que estos objetivos sí serán alcanzados.

3. Democracia

El informe preconiza más democracia.[xviii] En efecto, aunque China es el país donde más frecuentemente se vota del mundo,[xix] hay que saber igualmente que esas elecciones suelen restringirse a nivel local (de aldea, barrio). Por ello el informe subraya el interés en elegir directamente a un mayor número de candidatos a niveles más elevados y pide la extensión de los procedimientos electorales (hacer elegibles un mayor número de mandatos, organizar más elecciones directas e indirectas, elegir a más de un candidato por mandato, limitar los mandatos en el tiempo, etc...) Por otro lado, los elegidos deberán acercarse al pueblo más honestamente que lo que hacen a día de hoy,[xx] aunque para esto no es necesario seguir el modelo occidental.[xxi]

No es la primera vez que se anuncia un refuerzo o desarrollo de la democracia, se han puesto en marcha muchas experiencias, con resultados variables. Es una de las materias más delicadas en China, sobretodo después de los traumas dejados por la Revolución Cultural y el dramático desenlace de la Glasnost en la URSS. La dirección del Partido es consciente que debe emprender profundas reformas, pero se mantiene prudente prudente en la reforma de los procesos de decisión y de las estructuras de poder existentes. Antes de aplicar estas reformas, la dirección del Partido las experimentará a nivel local, para adoptarlas gradualmente y con una gran circunspección. Frente al modelo occidental, China prefiere el de Singapur, Corea del Sur o Taiwán. [Zhang] El chino medio no se inquieta tanto de saber de qué manera se eligen las instancias dirigentes, como de su capacidad para gobernar eficazmente el país. [Leonard ; 61]. Dicho de otra manera, la legitimidad dependerá sobre todo los resultados.

4. Corrupción

El informe hace afirmaciones contundentes: “La lucha contra la corrupción y la integridad política son elementos esenciales que preocupan enormemente a la población”.[xxii] La proliferación de la corrupción puede así ser “fatal para el partido”.[xxiii] Los elegidos, funcionarios y miembros del partido deben actuar más “de acuerdo con la ley”,[xxiv] y “atenerse a una autodisciplina rigurosa, profundizar su formación política, reforzar el control ejercido sobre sus familias y subalternos, y jamás intentar conseguir privilegio alguno”.[xxv] Sea cual sea el rango jerárquico, quien no respete la disciplina del partido se enfrentará a las leyes del estado “siendo irremediablemente dispuesto a disposición de los tribunales”.

Un mensaje claro que traduce la inevitable necesidad erradicar una corrupción que gangrena el Partido y ataca su legitimidad. Éste no es consciente desde hace mucho y ha actuado al respecto recientemente: durante los últimos 5 años, más de 660.000 miembros[xxvi] han sido sancionados por haber transgredido las reglas. Por tanto, estas medidas aunque son absolutamente necesarias, parecen ser excesivamente insuficientes, pues los miembros todavía se mueven más por intereses personales que por convicciones ideológicas; y mientras falte el « alma» del partido, la corrupción progresará. [Xie ; 204 ; Shambaugh ; 167] La represión por sí sola será insuficiente para atajar el problema. El verdadero talón de Aquiles del partido comunista chino se sitúa probablemente en la cruel falta de convicción ideológica. Por otro lado, para que los miembros puedan actuar más acordes a la ley, hace falta un aparato judicial lubricado. Y aunque se ha podido observar una notable mejora estos últimos años,[xxvii] el camino es todavía largo, como testimonia el asunto del abogado ciego Chen Guangcheng.[xxviii]

5. Medioambiente

El informe hace un llamado para otorgar un prioridad máxima al “progreso ecológico”.[xxix] Nada nuevo, salvo que esta prioridad se integra por primera vez el plan de desarrollo global del partido comunista.

Siendo el primer contaminante del mundo - en términos absolutos, no por habitante -, China realiza los mayores esfuerzos en materia de protección del medioambiente. Investiga en tecnologías verdes prácticamente tanto como todo el resto de países juntos.[xxx] Y, aunque China ha adoptado de una constituciones más progresistas en esta materia,[xxxi] todavía no logra llevarla a la práctica. [Joseph,282] Es importante saber quién debe pagar por la deuda ecológica histórica. Según China y otros países emergentes, ya que el norte ha sido el mayor productor de emisiones de CO2 acumuladas,[xxxii] es normal que contribuya en mayor medida a la reducción de esas emisiones.

6. Política exterior

El informe apuesta resueltamente por un desarrollo pacífico,[xxxiii] y por una política exterior independiente. Exenta de pretensiones hegemónicas o expansionistas, China mantiene el punto de vista de encontrar un vía pacífica a los conflictos internacionales. Sin embargo, estimula la rápida modernización de sus fuerzas armadas[xxxiv] y desea llegar a ser una potencia naval capaz de defenderse y preservar sus derechos marítimos.[xxxv]

A primera vista estos dos objetivos parecen contradecir el principio de desarrollo pacifico, salvo si los consideramos en el contexto de una creciente amenaza de guerra fría proveniente de EEUU.[xxxvi] El mar de China meridional contiene importantes reseras de petróleo y gas,[xxxvii] y más de la mitad del transporte intercontinental de mercancías pasa necesariamente por esa zona.[xxxviii] Para Washington, la dominación permanente de la región es fundamental para mantener su control y para la afirmación de la hegemonía americana.[xxxix] El 60% de la flota americana navega la región, y las tropas del Tío sam están estacionadas en bases militares, puntos de apoyo o centros de entrenamiento repartidos entre 16 países o bases marítimas alrededor de China.[xl] La semana pasada, los EEUU y Japón volvieron a realizar ejercicios militares conjuntos en el mar meridional de China.[xli]

Frente a esta supremacía americana, China se muestra extremadamente vulnerable, pues actualmente su fuerza naval - un único y maltrecho portaviones, no operativo - esta lejos de poder rivalizar con las fuerzas del Pentágono.[xlii] Si Washington lo desea, simplemente podría cerrar el grifo del petróleo que alimenta a China, dejándola indefensa. El presupuesto americano destinado al armamento es al menos cinco veces superior al de China,[xliii] y 29 veces superior por habitante.[xliv] Si bien los presupuestos chinos deben aumentar al menos un 11% este año - frente al 13,5% del año pasado -,[xlv] ésto sólo servirá para igualar al resto de países del sudeste asiático. Una cosa está clara: si Washington prosigue sus maniobras militares en la región, nos dirigimos hacia una nueva e importante guerra fría.

En conclusión

El informe Hu no sorprende, no anuncia reformas profundas ni un giro importante. Claramente, los dirigentes chinos optan por la continuidad y por reformas prudentes y graduales. Las elecciones presidenciales americanas sobre-mediatizadas han acaparado toda la atención, al contrario que el congreso del Partido chino. Sin embargo, la atención de los medios no debe definir por sí sola la importancia de un acontecimiento. En efecto, los nuevos dirigentes chinos son elegidos para los próximos 10 años, Obama solamente por 4 años. Y en 10 años China será un competidor económico directo de los EEUU. En China, la política gobierna la economía, todo lo contrario de lo que sucede en EEUU. Todas esta razones nos llevan a afirmar que la elección de las nuevas instancias dirigentes chinas, así como el rumbo escogido por el país, son mucho más importantes que todo el circo de las elecciones americanas.

 

Fuentes utilizadas en formato papel:

Dickson B., "Red Capitalists in China. The Party, Pivate Entrepreneurs, and Prospects for Political Change", Cambridge 2003. Joseph W., (ed.), "Politics in China. An Introduction", Oxford 2010.

Kuhn L., "How China’s Leaders Think. The Inside Story of China’s Reform and What This Means for the Future", Singapour 2010.

Leonard M., "Que pense la Chine ?", New York 2008.

McGregor R., "The Party. The Secret World of China’s Communist Rulers", New York 2010.

Porter R., "From Mao to Market. China Reconfigured", Londres 2011.

Shambaugh D., "China’s Communist Party", Berkeley 2009.

Wright T., "Accepting Authoritarianism. State-Society Relations in China’s Reform Era", Stanford 2010.

Xie Chuntao, (ed.), "Why and how the CPC works in China", Pékin 2011.

Zhang Weiwei, The China Wave. Rise of a Civilization State, Singapour 2012.

Zheng Yongnian, "The Chinese Communist Party as Organizational Emperor", Londres 2010.

 

Notas:


[vii]http://www.economist.com/news/briefing/21565132-china’s-communist-party-preparing-its-ten-yearly-change-leadership-new-team