educación

La educación en la era de las competencias

Quince años de fracaso no parecen haberle abierto los ojos a nadie: los dirigentes europeos continúan pensando en la escuela principalmente – si no exclusivamente- en tanto que instrumento al servicio de la competición económica. Siguen queriéndonos hacer creer que la solución a los problemas del paro y de las desigualdades consistiría en una mayor adecuación entre la enseñanza y las necesidades de la economía. Se tiene incluso la sensación de que la aceleración de las crisis y su agravamiento arrastra a la Comisión europea a una irrefrenable huida hacia delante: el ogro pide cada vez más competitividad y la Escuela debe plegarse cada vez más a sus exigencias

La Escuela y el Capital : 200 años de conmociones y contradicciones

¿Por qué se decidió, a principios del siglo XIX, que había que enviar a las niñas y niños, hijas e hijos del pueblo a la escuela ? ¿Cómo han evolucionado, desde entonces, las complejas relaciones entre el sistema económico y el sistema educativo de los países capitalistas ? ¿A qué funciones ha sido inducida la escuela en estos países ? ¿Cómo se pasó de un instrumento esencialmente ideológico a la actual máquina formadora de mano de obra ? He ahí algunas preguntas a las cuales respondemos en este voluminoso dossier.

Educar y formar bajo la dictadura del mercado de trabajo

Las teorías del “capital humano” adoptadas por los organismos nacionales e internacionales encargados de la política educativa, así como por la comunidad académica, constituyen una estrategia de dominación del mercado de trabajo. La promesa de superar la actual crisis a través de una fuerza de trabajo necesitada de altas cualificaciones encubre la necesidad de amplias masas de trabajadores poco cualificados, pero flexibles para adaptarse a las cambiantes condiciones del mundo laboral. Por ello, el papel de la escuela se reduce a transmitir un mínimo saber básico y unas competencias laborales genéricas, en un contexto de recortes y privatización.